Por DIEGO OTERO PRADA
La última encuesta de INVAMER del 5 de diciembre de 2021, a pesar de algunas fallas, confirma lo que han mostrado otras encuestas:
- Que entre el 22% y 25% de los colombianos se considera de izquierda, un cambio de dimensiones gigantescas, cuando antes no pasaba del 5%.
- Que el llamado centro no supera el 20%
- Que la derecha representa el 36%, y
- Que los independientes suman el 22%.
El tan cacareado centro que sobrestiman los neoliberales progresistas y varios articulistas del El Tiempo y el Espectador, como Patricia Lara, Álvaro Forero, María Teresa Ronderos, Salomón Kalmanovitz y María Cristina de la Torre, entre otros, y los viejos políticos del Centro de la Esperanza, no tiene fundamento científico.
La principal oposición está entre la derecha y la izquierda, como en todo el mundo. Los cuentos de que no existe ni izquierda ni derecha solo se dan en la mente de los que en el fondo son de derecha.
Pero, también, hay políticos en Colombia que podrían considerarse de izquierda y que les da miedo que los apoden así, porque están sometidos a la estigmatización del establecimiento. No, no hay que tener miedo, hay que defender las posiciones de izquierda y socialistas sin ningún temor, hay que enfrentar directamente a la derecha. Donde esto ocurre, a la izquierda le va muy bien.
En el mundo la oposición siempre se da entre la izquierda en sus diferentes matices, y la derecha. En Europa, Portugal y España gobiernan fuerzas de centroizquierda e izquierda. En Suecia, Holanda, Austria y Alemania ganan las posiciones de izquierda. En Francia la pelea es entre la derecha de Marine Le Pen, Eric Zammour, los republicanos y Macron, y las diferentes tendencias de izquierda. En India, la mayor democracia del mundo, ocurre lo mismo.
En Latinoamérica, en México, en Honduras ahora, en Bolivia, en Argentina, en Venezuela, en Nicaragua, en Costa Rica y seguramente en Chile avanzan las fuerzas progresistas de izquierda. En Argentina, en las elecciones regionales de noviembre de 2021, la izquierda reportó 7,0% de los votos cuando antes no llegaba al 3,0%, quitándole adeptos al peronismo. En Buenos Aires logró el 17%. Posiblemente en 2022 gobernarán la izquierda en Brasil, igual que en Colombia una coalición de fuerzas democráticas.
En Estados Unidos hay una fuerte corriente socialista en el partido Demócrata y por fuera de este, que ha venido creciendo.
Confusión en Colombia
Colombia es un caso muy especial por los más de 60 años de conflicto interno, que facilitaron el crecimiento de fuerzas de extrema derecha, en que todo tipo de oposiciones era estigmatizado porque se les consideraba el ala política de las guerrillas.
Con el acuerdo de paz de 2016 la acusación de ser pro-Farc desapareció, pero dio lugar a otra campaña de miedo, de acusar a todos los opositores al sistema de castro-chavistas, de maduristas y aún de comunistas.
El otro estigma que utilizan los intelectuales del sistema es acusar a Petro y al Pacto Histórico de ser extremistas de izquierda, algo fuera de lugar. La idea es crear miedo. Un ejemplo es el comentarista Álvaro Forero de Blu Radio que acusa a Petro de extremista de izquierda, algo que no tiene ninguna consistencia. El candidato ha dicho que no es de izquierda y hay que creerle, ya que defiende al capitalismo y sus propuestas no tienen nada de radical, ni siquiera se aproximan a las corrientes de izquierda de Estados Unidos, Europa y la mayoría de los gobiernos de izquierda actuales y futuros en Latinoamérica.
Como en Ecuador, Bolivia, Argentina, Honduras y Chile, estos miedos y epítetos negativos sin visos de realidad no están funcionando.
En Colombia, según las encuestas, dado que Petro gana con un 42% en primera vuelta, se prueba que ya estos miedos tampoco operan en Colombia. La gente está aprendiendo que esas son las armas del establecimiento y sus políticos de derecha y del supuesto centro, que algunos se atreven a llamar de centroizquierda, miedos que no son creíbles en el país, según parece.
Es que la derecha, el supuesto centro y sus intelectuales y periodistas no han entendido que Colombia cambió. Que los colombianos quieren un verdadero cambio y que están cansados de los mismos que han gobernado este país en los últimos 40 años.
Gana Petro
La encuesta de INVAMER sigue la tendencia de todas las que se han realizado en 2021, según las cuales Petro gana en primera vuelta y en la segunda les ganaría a todos los actuales precandidatos.
Pero debemos aclarar lo siguiente, para evitar comparaciones equivocadas. En la última encuesta de INVAMER los resultados para la primera vuelta presidencial no incluyen a los votantes que no votan por ninguno, y los que no saben y no responden. El voto en blanco aparece sumamente bajo.
En el Gráfico 1 se presentan los resultados de varias encuestas realizadas desde marzo de 2021, después de eliminar los votos en blanco, los que no saben ni responden y los que no votan por ninguno. Esto se hace para los tres primeros lugares de la votación en la primera vuelta presidencial.
Allí se aprecia cómo Gustado Petro siempre ha estado por encima de los demás contrincantes, con una opinión que votaría por él entre el 30% y 45%.
En segundo lugar, está Fajardo muy seguido de Hernández, después de septiembre de 2021. Prácticamente se puede hablar de un empate técnico.
Es sorprendente el avance de Rodolfo Hernández, que es continuo y es la sorpresa. Pero tanto este como Fajardo están por debajo del 20% en la intención de voto, es decir, muy lejos de Gustavo Petro.
Gráfico 1 Evolución de la votación según encuestas para Petro, Fajardo y Hernández.
Fuente: las diferentes encuestas
En conclusión, la izquierda crece en Colombia, es la segunda opción política y Petro sería definitivamente el ganador de la primera vuelta, con alta probabilidad de ser presidente si no comete errores y deja de lanzar propuestas no muy bien digeridas, especialmente en la parte energética.
@DiegoOteroP
* Imagen de portada, tomada de Larepublica.co
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