El mundo que se les debe abrir a los jóvenes

Por HUMBERTO TOBÓN

Es imperdonable que los jóvenes colombianos menores de 28 años enfrenten niveles de desempleo del 29,5% (Dane junio de 2020) e índices de pobreza del 36% (Cepal). Preocupa que únicamente el 65% de ellos termine sus estudios secundarios y apenas el 24% logre concluir algún grado de educación superior.

La situación es más grave al saberse que algunos indicadores deficitarios son mucho más altos entre las mujeres jóvenes (36,5% de desempleo según Dane), quienes paradójicamente son quienes tienen en promedio más años de escolaridad que los hombres, pero reciben una remuneración del 17% menos que sus pares masculinos por trabajos y responsabilidades similares.


La mayoría de los jóvenes están enfrentados a un futuro incierto, porque la sociedad no les ofrece la oportunidad de ingresar al mercado laboral, ni les da las herramientas técnicas y los recursos financieros para que puedan liderar proyectos independientes y sostenibles.

La mayoría de los jóvenes están enfrentados a un futuro incierto, porque la sociedad no les ofrece la oportunidad de ingresar al mercado laboral. Foto tomada de laorejaroja.com


Una parte muy importante de los jóvenes no tiene las competencias que les permita ser parte de la modernidad que impone la revolución tecnológica 4.0. Esto se evidencia en la frustración de empresarios que buscan infructuosamente personas capaces de ejercer labores que requieren significativos niveles de especialización. ¿De quién es la culpa? Sin duda de un sistema educativo que debe ser sometido a una profunda revisión y a cambios drásticos, porque lo que ofrece hoy no es lo que necesita, en general, el país.


Pensar en los jóvenes y tener respuestas a sus expectativas es una necesidad más que urgente, para evitar que se pierda gran parte de una generación que nació en el marco de la revolución de la información y las comunicaciones, pero que no encuentran los espacios para entender y aprovechar las oportunidades que se abren con esta nueva y aumentada realidad, pues las herramientas de que están dotados (sus conocimientos), no son suficientes.


Los expertos en análisis de prospectiva, aseguran que el mundo del presente empieza a requerir expertos en investigaciones criminales de datos, constructores de viajes de realidad aumentada, gerentes de cartera genómica, curadores de memoria personal, guías de tiendas virtuales, científicos de datos y expertos en criptomonedas, entre muchas otras. Son denominaciones que parecen extrañas y hasta simpáticas, pero es lo que está pidiendo el mercado.
La academia, en gran parte del mundo, debe empezar a formar profesionales capaces de responder a estos retos que trae la ciencia y permitir que los jóvenes tengan otras perspectivas y nuevas oportunidades.

@humbertotobon

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