Por GERMÁN AYALA OSORIO
La última portada de Semana, otrora publicación seria en sus análisis, es la clara expresión de que desde sus propios medios de comunicación el viejo régimen hará lo que esté a su alcance para “hacer invivible la República”, consigna del más eximio representante de la caverna política colombiana, Laureano Gómez Castro.
Con su titular “Colombia va mal”, la revista de la familia Gilinski busca posicionar una narrativa parecida a la que usaron otros poderosos medios en Colombia y otras latitudes cuando en Venezuela irrumpió Hugo Chávez.
El nuevo relato periodístico está orientado a imponer dos ideas básicas, de corte primitivo: la izquierda no sabe gobernar y las ideas progresistas no son viables, porque el país no quiere cambiar. Baste con recordar los resultados buscados con encuestas sesgadas en las que universalizaron la idea de que “los colombianos están contentos con las EPS”. Ahora viene el relato que señala que los “trabajadores no quieren contratos a término indefinido o el mejoramiento de sus condiciones laborales, porque lo importante es que tienen trabajo”.
De cara a las elecciones de octubre, esa narrativa periodística que niega la capacidad de gobernar de la izquierda y le otorga inviabilidad al progresismo, pretende dar al traste con el proyecto político que encarnan Gustavo Petro, Francia Márquez y los ministros que aún lo acompañan en la aventura política que representa cambiar el destino infame que nos trazó la derecha mafiosa y criminal que viene gobernando al país de manera inveterada.
Para la derecha mediática, y en particular para Semana, este gobierno no merece esperanzadores tratamientos informativos. Por ello, jamás habrá un titular como aquel con el que matizaron la incompetencia del fatuo Iván Duque Márquez cuando fungió como presidente de la República: “Año de aprendizaje”. Por el contrario, con todo el encono periodístico vienen capitalizando cada error, cada frase, cada papayazo que Petro y su vicepresidenta le vienen entregando a diferentes medios.
Huelga recordar el reciente entrampamiento que le hizo Vicky Dávila a Francia Márquez para evidenciar las fallas estratégicas y lo mal asesorado que en Comunicaciones está el gobierno del Pacto Histórico. En este contexto, alejarse de los medios tradicionales, en particular de Semana, puede resultar benéfico para la imagen de esta administración.
Esta coyuntura político-mediática deja claros ciertos asuntos: el primero, que hay periodistas afectos al viejo régimen que están jugando con candela. Quieren hacer “invivible la República” a punta de portadas, noticias falsas y memes tendenciosos. El segundo, la consolidación de una débil oposición política, por cuenta de que no hay líderes formados académicamente para enfrentar los discursos del presidente. Sobre sus figuras más representativas recae todo tipo de señalamientos. Por ejemplo, sobre el expresidiario y expresidente, Álvaro Uribe Vélez, su condición sub judice y su temido pasado, le hicieron perder credibilidad. Hoy ya no es un referente político. Su decadencia es palpable. Por su parte, María Fernanda Cabal, la Bukele colombiana, trata de posicionarse con un discurso de odio hacia la izquierda, aunque sin contar con el total respaldo del dueño del Ubérrimo, justamente, por su condición de mujer. Y ni para qué hablar de un par de congresistas que actúan más como perritos falderos que como verdaderos políticos.
Así las cosas, la discusión argumentada queda proscrita por cuenta de portadas como la de Semana, y por un ejercicio propagandístico al que intentan darle una cubierta de periodismo trasnochado, que no les luce.
Lo peor de todo es que les quedan más de tres años a los estafetas del viejo régimen y a los laboratorios de la propaganda negra para menoscabar la legitimidad del gobierno, a pesar de que hace rato Gustavo Petro transó con Álvaro Uribe algo de su gobernabilidad. Esto último se probará cuando el gobierno presente la terna para remplazar al fiscal Francisco Barbosa, otro más que se une a la cruzada que quiere llevar al país por el desbarrancadero.
@germanayalaosor