Por HUMBERTO TOBÓN*
No ha sido una tarea fácil lograr que se entienda el espíritu de las regiones administrativas y de planificación. Muchos creen que ellas son unas organizaciones no gubernamentales; hay quienes reclaman que sean ejecutoras de grandes proyectos de infraestructura; y, evidentemente están aquellos que comprenden que su esencia es planificar el territorio para el mediano y largo plazo, y ser un vaso comunicante entre la región y la nación, además de servir como aglutinadora de los intereses que facilitan concertar el desarrollo económico y social.
Nos acercamos a los seis años de creación de la RAP del Eje Cafetero y a los primeros cinco años del inicio de sus operaciones administrativas.
Los resultados son muy satisfactorios, porque se ha logrado cumplir con el objetivo más importante: construir concertadamente un plan estratégico de doce años, que permite ir pensando la región de manera paulatina y responsable, apelando no sólo a los intereses políticos y administrativos, sino también a los anhelos ciudadanos, a las apuestas del sector privado y a los sueños de la academia.
No se está planificando únicamente para la construcción de grandes infraestructuras de vías carreteables, aeropuertos, plataformas logísticas y conexiones férreas; también se trabaja en la promoción de los objetivos de desarrollo sostenibles, o sea, en el desarrollo humano y en la protección y promoción del medio ambiente.
Durante estos años se han juntado esfuerzos regionales en el marco de la acción académica; y se han vinculado empresarios y gremios de sectores económicos, que son la base de la generación de riqueza y empleo.
Ha sido también posible ir venciendo las preocupaciones que aún persisten entre algunas personas de la región. Se han venido restañando viejas heridas, que habían impedido un trabajo conjunto para solucionar problemas comunes que superan los límites departamentales.
Nuestra voz se escucha en diferentes escenarios, que acogen los conceptos técnicos sobre el desarrollo de un territorio que encarna la esperanza de progreso y crecimiento de la nación. En este proceso ha jugado un papel trascendental el respaldo del consejo directivo, conformado por los gobernadores de Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima, que han apoyado el plan estratégico regional de largo plazo, las políticas y proyectos que se han ido presentando y que empiezan a materializarse y cubren diferentes espectros de la realidad territorial.
Los distintos actores del desarrollo regional son conscientes que las actuaciones individuales tienen unas opciones de éxito limitadas, las que se pueden superar sí hay trabajo colaborativo para la ejecución de Hechos Regionales tan trascendentales como la equidad, la economía del conocimiento y el territorio sostenible.
*Gerente RAP Eje Cafetero