Por GERARDO MARTÍNEZ MARTÍNEZ
Congresistas indecentes
con ideas de pacotilla
y genuflexa rodilla,
hicieron oso estridente:
inventaron que era urgente
alargarle los mandatos
a un puñado de avivatos,
diputados, concejales,
otros dizque principales,
casi todos pelagatos.
Claro, también importantes:
Fiscal y Procurador,
Presidente, Contralor,
lo que llaman gobernantes.
Como jauría de tunantes
negociaron la jugada,
temprano en la madrugada,
creyendo que el pueblo raso,
seguro les haría caso
cual borregos en manada.
Mas se les dio la estocada
con el rechazo frentero
de una sociedad con fuero,
que de abuso está cansada.
‘La burra quedó enflorada’,
como dice el campesino;
que se alborotó el vecino
constituyente primario:
“no más asalto al erario,
les toca caminar fino”.
El mal olor de tocino,
de ese mando con desdén,
hay que asperjarlo ‘a lo bien’,
en la piara del porcino.
Esta tramoya cocino,
pensó el fatuo poderoso,
ignaro, hinchado, tramposo,
que desprecia al ciudadano.
Pero se le fue la mano
y terminó ‘haciendo el oso’
En resumen: ¡qué alborozo!
El pueblo que los elige,
parece, ahora corrige
y se muestra cauteloso.
Toca habilitar el coso
para la sesión de aquellos,
tan primorosos, tan bellos,
al presupuesto aferrados,
para que allí confinados,
disfruten sus atropellos.
@pedrojdelvalle
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