Fajardo, el candidato de Caracol e Invamer

Noticias Caracol y Blu Radio asumieron la tarea de recuperar del cuarto de San Alejo a Sergio Fajardo Valderrama para investirlo nuevamente de candidato presidencial, y aportar a la resurrección del fantasmal centro político.

Como actores político en oposición al gobierno de Petro, creen que es posible a punta de encuestas hechas por Invamer y entrevistas al candidato antioqueño, proponerle al país una “tercera vía” para superar la violenta crispación ideológica que hay entre izquierda y derecha, o sea entre el petrismo y el uribismo.

Luego de 20 años de uribismo y cuatro de progresismo, Fajardo cree que llegó el tiempo de gobernar desde la centroderecha, o quizás desde esa derecha de las “buenas maneras”, pero que en el fondo defiende los mismos intereses y apelaría a las mismas prácticas económicas, políticas y sociales con las que se identifica al uribismo y la derecha en general.

El país no puede olvidar que el desprecio por las ideas progresistas llevó a Fajardo a apoyar la campaña de Rodolfo Hernández, a sabiendas de su proceso penal por corrupción, de su patanería y su condición de putero.

Fajardo Valderrama arrastra el haber simpatizado y apoyado las maneras de gobernar y de operar el Estado durante los tenebrosos 20 años de uribismo. De igual manera, su imagen está atada a los intereses del GEA y a los de un empresariado que le apostó a la concentración de la riqueza y de la tierra en pocas manos, lo cual produjo el crecimiento sostenido de la pobreza y la informalidad laboral. Ese mismo empresariado que niega la crisis climática y sus efectos económicos, ecológicos y socioambientales apoyaría a Fajardo en su nueva aventura electoral, porque saben que encuentran en él a un político de “buenas maneras”, tibio, obsecuente y alejado de las ideas progresistas. No es gratuito que cientos de miles de ciudadanos digan que es un “uribista enclosetado”, incapaz de tomar distancia del expresidente y expresidiario Álvaro Uribe Vélez. La tibieza que se le endilga al exgobernador de Antioquia y exalcalde de Medellín está atada al miedo que le produce Uribe Vélez, y quizás a un hecho político sobre el que Fajardo aún debe darle explicaciones al país: la conocida “donBernabilidad”.

En el portal La Silla Vacía se lee lo siguiente: “la historia de la ‘donbernabilidad’ se remonta a la segunda mitad de los años 90, cuando la Oficina de Envigado controlaba las bandas delincuenciales de Medellín a través de una oficina de cobro. Cuando Sergio Fajardo llega a la alcaldía de Medellín en 2004, encuentra este poder que ya ejercía la oficina de Envigado en las comunas. Fajardo no auspició nada, pero tampoco se le opuso y sí le sacó provecho a los resultados con eso de ‘Del miedo a la esperanza’”, dice Fernando Quijano.

Cansados de la polarización entre petristas y uribistas, los propietarios de Noticias Caracol le van a apostar duro a recuperar a una figura como Sergio Fajardo, que en lo físico tiene cierto parecido a Iván Duque Márquez. Fajardo sería el mandadero de los empresarios neoliberales que a pesar de ser cercanos a Uribe Vélez y de agradecerle por los buenos servicios prestados a la causa neoliberal, entienden que su mala imagen y el juicio que enfrentará a partir de 2025 son suficientes razones para apostarle a crear, únicamente para la coyuntura electoral de 2026, un centro político, así a los pocos meses el país descubra que se trató de una mera fachada de la derecha rentista y neoliberal.

@germanayalaosor

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