Acuerdo regional contra la violencia hacia las mujeres

Por HUMBERTO TOBÓN*

La RAP Eje Cafetero promueve el “Acuerdo regional contra todo tipo de violencias hacia las mujeres”, que es liderado por la gobernadora del Tolima Adriana Magali Matiz, las gestoras sociales y las diputadas de los departamentos que conformar este esquema asociativo territorial.

El acuerdo tiene como propósito que los gobiernos de los departamentos de Caldas, Quindío, Risaralda y Tolima actúen al unísono y de manera concertada, a través de programas de prevención de la violencia contra las mujeres, con base en la comunicación, la educación y la sensibilización social.

Las causas que convierten a la región RAP Eje Cafetero en líder nacional de violencia y maltrato contra las mujeres, son esencialmente las mismas en cada uno de los cuatro departamentos, por lo que una acción conjunta es posible y sus efectos serán mucho más amplios y efectivos.

Que un conjunto de tres gobernadores y una gobernadora se una para impulsar un conglomerado social que luche por los derechos de las mujeres y esté dispuesto a prevenir los actos de violencia relacionados con el género, es un paso trascendental, que permitirá no solo la acción gubernamental sino también el compromiso de los sectores sociales y ojalá de los empresarios y la academia.

Este acuerdo ayudará a que la sociedad en su conjunto reflexione seriamente sobre las causas y consecuencias de los inadecuados, violentos y a veces criminales comportamientos de los hombres contra las mujeres, en los diferentes espacios laborales, académicos, comunitarios, sociales y familiares.

Es cierto que las políticas públicas han hecho gran énfasis en prevenir los actos de violencia contra las mujeres, y aunque los resultados siguen siendo poco halagüeños, es indiscutible que por ello se tienen que multiplicar todo tipo de estrategias, hasta que la costumbre sea el respeto, la tolerancia y la convivencia entre los géneros y que el hogar sea un espacio seguro para ellas.

Las cifras de violencia sexual y física, adicionadas al acoso laboral y las presiones sicológicas y económicas al interior de las familias, parecieran incontrolables, según se lee en las estadísticas oficiales, lo que hace que un gran pacto social sea indispensable para frenar este conjunto de abusos.

Bien lo dice el gobernador de Risaralda, Juan Diego Patiño, al señalar que “esta dramática realidad exige que debemos seguir trabajando de manera responsable, conjunta y solidaria entre todas las autoridades y los estamentos sociales, buscando no solamente el endurecimiento de las penas desde el punto de vista legal, sino también en la prevención de la violencia, en la promoción de los derechos de las mujeres y en el acceso a una justicia pronta”.

La RAP Eje Cafetero aspira a que esta clase de acuerdos se multipliquen por centenares, en todos los espacios que sean posibles, porque hay que frenar la expansión del fenómeno de la violencia contra las mujeres. Es nuestra obligación como ciudadanos.

@humbertotobon

*Gerente RAP Eje Cafetero

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