“Mientras más pobre es la gente, más fácil la compran”: Leonidas Gómez

Ad portas de la elección que decidirá en manos de quién -o de quiénes- queda Santander, en El Unicornio decidimos entrevistar al candidato del que hasta hace se poco se decía que estaba loco, en parte para saber si está en condiciones de dirigir su departamento. Y esto encontramos.

¿Qué le hace pensar a usted que va a ganar la Gobernación de Santander, si las encuestas dicen otra cosa?

Lo dice el clima general, el ánimo de las personas. Hay en el ambiente un rechazo contundente contra el continuismo de los partidos tradicionales. En particular hay un rechazo visceral contra Mauricio Aguilar, porque se sabe que no sería un gobernador sino serían tres: él, el hermano y el papá. Los tres robándose a Santander. Creo que el voto se va a expresar por encima de las encuestas. Hay encuestas en las que gano por una amplia ventaja y otras en las que pierdo. La verdadera encuesta va ser el 27.

¿No le preocupa que ahora las encuestas no miden la opinión, sino que la generan? Tratan de encausar la voluntad de los votantes.

Usted lo ha dicho. El que paga la encuesta se otorga el derecho de pedir que los resultados lo legitimen. Es supremamente fácil hacer una encuesta tendenciosa: yo tengo un listado de gente que sé cómo responde y un listado de gente que responde de otra manera. Dependiendo de lo que quiero obtener, llamo a unos o llamo a los otros. Y nadie me puede probar que tengo clasificadas a las personas de acuerdo con su tendencia. Eso les permite manipular las encuestas.

Qué pasa si gana Aguilar: ¿usted le haría oposición, o se lanzaría de nuevo dentro de cuatro años?

Sería una gran pérdida para Santander, porque gobernarían tres personas: Mauricio Aguilar, el hermano y el papá. Son tres personas con una voracidad desaforada por el presupuesto. Y yo no tengo más aspiraciones políticas. Me dedicaría a escribir, tengo dos editoriales, una ya me adelantó un dinero para que escriba la historia de mi vida, y otra quiere que escriba reflexiones sobre unos temas que considera que los libros se venderían.      

Si usted gana la gobernación, vendrá un periodo de empalme ¿Cómo va a hacer para empalmar con una persona a la que usted atacó tan duramente, como es el gobernador saliente?

No nos vamos a ver. El nombra unas comisiones, unos funcionarios y yo también. El empalme se hace a través de comisiones, eso está reglamentado. Yo me voy a encontrar Didier Tavera cuando él me ponga la banda de la gobernación y me declare su sucesor. De resto, no tengo que verme con él para absolutamente nada.

¿Cuáles serían sus prioridades a partir del 1 de enero del año entrante?

En noviembre voy comenzar a hacer el plan de desarrollo, porque quiero tenerlo listo antes de Semana Santa del año entrante. Si me posesiono el 1 de enero, el 2 ya puedo estar diciendo “hágase la carretera a Málaga por la ruta a Berlín, cómprense los barcos para la navegación por el río Magdalena, nombren al director de Indersantander entre los deportistas que se presenten”. Y así. Yo espero generar resultados de alto impacto, para que la gente pueda creer en una gobernación con alto contenido social.     

A Barrancabermeja usted lo tiene como puntal en el tema turismo. ¿O me equivoco?

Sí, pero también a la represa de Topocoro. Y a los 87 municipios de Santander. Tengo un proyecto que se llama “Pueblear por Santander”. Usted se va para Vélez y hay un programa que al día siguiente lo lleva a Barbosa, y al otro día hay un programa que lo lleva a Landázuri, con guías especializados para que pueda “pueblear”. Topocoro va ser la bisagra que integrará el turismo del río Magdalena con el turismo del interior del departamento.   

A dos días de la elección, ¿qué les dice a sus electores?

Los electores tienen que saber si quieren seguir fastidiados porque nos están gobernando mal, o darle la oportunidad a un candidato nuevo, que está dispuesto a entregarle toda su capacidad a Santander. Es decir, este 27 de octubre vamos a escoger entre el bien y el mal, entre el blanco y el negro. El problema de fondo es que mientras más pobre es la gente, más fácil es de comprar. Llegan a los barrios más vulnerables con lechona o mute, los ilusionan con que a su hija le van a dar un puesto de tres meses como secretaria, y así logran el voto. Pero es ese voto amarrado el que se va a enfrentar al voto de opinión, que cada día crece más.  

La corrupción se combate con el ejemplo.

¿O sea que será una competencia entre los corruptos y los honestos?

La corrupción se combate con el ejemplo. No se combate con la Fiscalía, ni con la Procuraduría ni con la Policía, porque si así fuera, ya no habría corrupción. Si yo doy el ejemplo, tengo autoridad moral para imponerles a mis funcionarios una conducta correcta. E invito a los santandereanos a que también den ejemplo: que si se tomen una botella de agua no la boten por la ventana del carro, eso es falta de cultura ciudadana. Guárdela en una bolsita y luego lo deposita en el sitio correcto.  

Usted dice que mientras más pobre es la gente, más fácil de comprar. Y en Santander hay más gente pobre que solvente. ¿No le preocupa eso?

Lo que pasa es que a la par con ese fenómeno, también se ha ido elevando la conciencia de la gente. Ya se vio por ejemplo cómo las clases más pobres se expresaron en la consulta anticorrupción, donde se alcanzó la mayor votación de la historia: 11.6 millones de votos. Y se ha expresado en otras, donde sin darles transporte o una bolsa de agua la gente vota cada vez más a conciencia.

Vi que un político opositor suyo se burlaba de su nivel de inglés ¿cómo está su nivel de inglés?

Malo. Yo no soy bilingüe, los bilingües mis hijos. Tengo uno que habla seis idiomas. Pero eso sí, voy a promover el “espanglish” a nivel departamental, como un soporte al desarrollo turístico: que un niño le pueda decir a un gringo only by this way, para que no se vaya por el despeñadero. Y cuando un gringo pregunte where is the bathroom, el pelado sepa que le están preguntando por el baño y no lo están insultando. Voy a promover eso como una herramienta de soporte al desarrollo. Se pueden burlar de mí, eso no me preocupa. En efecto yo hablo mal el inglés, pero cuando deba sostener conversaciones con embajadores o con empresarios extranjeros, busco un traductor.

La locura no se me va a pasar nunca, porque soy un soñador

Decían que usted estaba loco, pero por lo que responde parece cuerdo. ¿Ya se le pasó la locura?

La locura no se me va a pasar nunca, porque soy un soñador. Me dijeron que estaba loco porque hice pantomima en los parques, en las entradas a centros comerciales y en algunas universidades, en función de recoger fondos para mi campaña. Y se supone que una persona de mi edad no debe hacer eso, que solo lo pueden hacer los jóvenes. La plata que recibí haciendo pantomima comencé a dársela a mis candidatos al concejo, y de ahí me quedó una gran preocupación: muchos candidatos se lanzan sin ser productivos, jamás en su vida han trabajado. Entonces, todo lo tienen que pedir. Es una pedidera tenaz, y yo les decía: ¡ala, trabajen! Y respondían “no, pero cómo voy a trabajar si soy candidato”. ¡Con más razón! ¿Usted cómo va a resolverle un problema a la sociedad, si no es capaz de resolvérselo a sí mismo?

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